ALAH
Todo lo que existe, excepto Alah el Creador es creado por Él (1). Alah tiene poder absoluto sobre cada parte de Su creación. Alah no es creado; Él siempre ha existido, teniendo Sus atributos. Alah nunca perecerá ni sus atributos disminuirán. Entre Sus atributos es que Él tiene omnisciencia de toda Su creación, que Él ve todas las cosas visibles, y que Él oye todas las cosas oíbles y Su Omnisciencia, Visión, y Oído no son similares a nuestra sabiduría, visión, y oído. El Kalam (Habla) de Alah no es hecho de lenguaje o sonido, ni es parecido al habla del hombre en ninguna manera. Alah no necesita nada de Su creación para Su existencia y no es semejante a la creación en ninguna forma. Esto significa que Alah no es un hombre o una mujer; Él no es “un Padre” o “una Madre”. Alah no tiene una esposa, madre, padre, hijo o hija; Él no tiene un igual o un socio. Alah no se divide en partes. Ninguna creación tiene “una parte de Alah ” en ella, y ninguna creación podría llegar a ser similar a Alah. Él es el único Dios.
Alah existió eternamente antes de que Él creara cualquier lugar, como el paraíso, los cielos, la tierra, o los planetas. Por eso, sabemos que Alah es ahora como Él era antes de crear todos estos lugares; Él no necesita ningún lugar para Su existencia. Alah siempre ha sabido acerca de cada parte de Su creación; no hay nada en Su creación que escape Su Omnisciencia o que lo venza. Nada va contra la Voluntad de Alah. Ambos, lo bueno y lo malo ocurren por la Voluntad de Alah. Sin embargo, Alah, ordena a los humanos que hagan lo bueno solamente; ellos escogen entre obedecer y desobedecer a Alah. Nuestra habilidad para hacer lo bueno o lo malo nos la es otorgada por Alah, el Sublime.
Los hombres y las mujeres son creaciones de Alah. Ellos son creaciones distintas a las plantas, los animales, los ŷinn, y los ángeles. Ellos fueron creados después de los ángeles y los ŷinn. El primer ser humano fue creado de barro. Alah pone un alma, la cual Él creó en el ser humano, pero de ninguna manera este alma es Alah, o “parte de Alah”. El primer hombre fué Adam, y todos los humanos vienen de su familia. Adam no tuvo madre ni padre; Alah lo creó y le dio vida. Alah creó una esposa para Adam quién dió a luz a sus hijos. Alah creó los seres humanos para ordenarles a creer, a profesar la verdad acerca de Alah y Sus Mensajeros, a adorar a únicamente Alah, y a seguir Sus órdenes durante su tiempo de vida en la Tierra. Algunos seres humanos adoran a Alah correctamente y obedecen Sus órdenes. Ellos serán recompensados más allá de su imaginación en el paraíso. Algunos humanos no adoran a Alah correctamente y serán torturados severamente en el fuego del infierno.
Los ŷinn son una creación diferente de Alah, ellos son invisibles para los humanos. El ansestro de todos los ŷinn es Satanás. Primero él primero fue un creyente, después blasfemó. Alah lo creó de la flama pura del fuego. Los ŷinn son masculinos y femeninos y tienen hijos. Ellos existen aquí en la tierra y en otros lugares. Como los humanos, algunos ŷinn adoran a Alah, pero otros no. Los que no adoran a Alah son conocidos como los diablos, de quienes Satanás es la cabeza.
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Los Ángeles son otra creación distinta de Alah. Ellos no son de género masculino ni femenino y no se reproducen. Alah los creó de la luz. Ellos nunca pecan. Ellos obedecen a Alah en todo. Los humanos tienen ángeles cerca de ellos que graban todo lo que hacen. Algunos ángeles se le han aparecido a gente en la forma de hombre (2), por otra parte, ellos nunca toman la figura de mujer. Por la Voluntad de Alah algunos ángeles protegen a la gente de los ŷinn. Gabriel (Ŷibril) fue el Ángel que transmitió las revelaciones a los profetas.
Los Profetas son los mejores hombres que han vivido. Ellos recibieron la revelación de Alah y la transmitieron a la gente. Los profetas recibieron las Revelaciones y las transmitieron en el lenguaje que Alah ordenó. El lenguaje de las escrituras es creado, pero el Kalam (3) (Habla) de Alah no lo es. Un mensajero es un profeta quien llega y que abroga algunas de las leyes traídas por el mensajero anterior o recibe unas nuevas leyes. Los profetas fueron inteligentes, verídicos, y fidedignos. Ellos nunca cometen pecados enormes y nunca dejan su religión. Muchos profetas han vivido en el pasado. Muhammad, salalahu ^alayhi wa salam, la paz y las bendiciones de Alah sean con él, vivió hace unos 1400 años, fué el último y el mejor profeta.
Otros profetas antes que Muhammad, salalahu ^alayhi wa salam, son: Adam, Noe, Abraham, Isaac, Ismael, Jacobo, José (hijo de Jacobo), David, Salomón, Moisés, y Jesús—la paz y bendiciones de Alah sean con todos ellos.
Las verdaderas escrituras fueron Revelaciones recibidas por los profetas. Moisés y Jesús recibieron escrituras, pero lo que llaman ahora la Tora y la Biblia han sido alteradas por el hombre y no son las verdaderas revelaciones recibidas por los grandes mensajeros Moisés y Jesús. La única escritura que aún permanece sin cambio alguno y que nunca cambiará es el Qur’an, cual es la escritura que Alah le reveló a Muhammad, salalahu ^alayhi wa salam, Su último profeta, en un árabe claro y elocuente. Alah ha prometido proteger el Qur’an de cualquier cambio por el hombre. Por eso, ha permanecido sin cambio alguno desde que fue revelado hace unos 1400 años. A diferencia de los profetas anteriores quienes fueron enviados a una gente particular, el Profeta Muhammad, salalahu ^alayhi wa salam, fue enviado a toda la gente que vivió durante su tiempo y toda la gente que vivirá después de él hasta el día del juicio.
En un día que solo Alah sabe (ni siquiera los profetas o los Ángeles lo saben), Alah hará que mueran todas las criaturas que todavía esten viviendo en la Tierra y en los cielos (incluyendo a Satanás y los otros diablos y a los ángeles). Luego Alah los resucitará a todos. Después, Él juzgará a los humanos y a los ŷinn por lo que hicieron durante sus vidas. Serán recompensados o castigados, por la Voluntad de Alah, por lo que creyeron, dijeron, e hicieron por su propia decisión.
Aquellos seres humanos y ŷinn que creen correctamente en Alah, creen en el mensajero enviado a ellos, profesan su creencia (es decir son seguidores de la religión verdadera), y mueren en ese estado vivirán para siempre en el paraíso, cual Alah ha creado para ellos. La vida en el paraíso es mejor que lo que cualquier humano viviendo en la tierra pueda imaginar. Aquellos en el paraíso experimentarán en cuerpo y alma pero el cuerpo será un cuerpo nuevo sin defectos. El paraíso no es alegórico. Es un lugar muy real y actual. Ahí habrá riquezas maravillosas, comidas, placeres, y paz. Los habitantes del paraíso estarán casados y tendrá interacciones unos con otros. Aquellos en el paraíso tendrán diferentes niveles dependiendo en que tan piadosos fueron en esta vida. Aquellos que son recompensados con el paraíso nunca serán enviados fuera de él.
El infierno es otra creación de Alah, es el lugar donde residirán aquellos humanos y ŷinn, que rechazaron las revelaciones de los profetas por que ellos no creyeron en Alah y Sus mensajeros. El infierno tambien es un lugar particular y su tortura no ha sido sufrida aquí en la tierra. El sufrimiento también será en cuerpo y alma. Algunos seguidores de la religión verdadera, que pecaron y no se arrepintieron durante sus vidas, sufrirán en el infierno por algún tiempo. Sin embargo, por ser creyentes de la religión verdadera saldrán del infierno después de un tiempo—en el tiempo que es la Voluntad de Alah que ellos salgan. Entonces entrarán al paraíso y vivirán ahí por siempre y no recibirán mas castigo. Algunos creyentes de la religión verdadera que mueren como pecadores serán perdonados por Alah en el día del juicio y no irán al infierno antes de entrar al paraíso.
Esta vida del humano o del ŷinn siempre termina con la muerte y no hay excepción. Los humanos no escogen su raza, sexo, padres, o lugar de nacimiento. Por eso, en el día del juicio final, ellos no serán responsables por esos aspectos de su vida. No ser humano es enviado al infierno por que nació siendo de cierto sexo o raza. Alah, el Misericordioso, ha prometido que cualquier humano o ŷinn que muera como seguidor de la religión verdadera recibirá el paraíso para siempre.
La creencia correcta en Alah no cambia. Cada profeta y mensajero ha sido igual en lo relacionado a la creencia en Alah: Nadie es Dios excepto Alah, y el ser humano tiene que creer en Él y adorarlo a Él solamente. El Profeta del presente es Muhammad, salalahu ^alayhi wa salam, la paz y las bendiciones de Alah sean con él, y las leyes de la presente populación son las leyes que el Profeta Muhammad, salalahu ^alayhi wa salam, recibió de Alah para la humanidad. No habrá nuevas leyes reveladas, porque no habrá un nuevo mensajero o profeta.
Satanás, el primer ŷinn, estuvo presente con los ángeles cuando Alah les ordenó a él y a los ángeles inclinarse ante Adam como muestra de respeto. Él desobedeció a Alah y dijo que él era mejor que Adam porque él fue hecho de fuego mientras que Adam fue hecho de barro. Por esta objeción, Alah maldijo a Satanás y lo desterró. Satanás juró que trataría de persuadir a los humanos a aceptar la creencia falsa y a hacer una adoración falsa y una conducta vergonzosa. Alah prometió que Satanás y aquellos que lo sigan irán al infierno en el día del juicio.
Satanás es el enemigo maldecido del hombre. Su juramento de arruinar a muchos de los seres humanos tiene que no tomarse a la ligera. Él intenta confundir y arruinar al hombre con su incitación y haciendo que los malos actos parezcan buenos. La persona no peca cuando Satanás le susurra y lo rechaza; pero es pecador cuando cree o actua en la incitación. Aunque los humanos tienen que creer que Satanás existe y toman la advertencia sobre el muy seriamente, tenemos que recordar que Alah tiene poder absoluto sobre Satanás. Satanás no puede hacer nada contra la Voluntad de Alah. Cuando el creyente se esfuerza para seguir las ordenes de Alah y le pide a Alah protección de Satanás, él tiene que no dudar de la gran protección y misericordia de Alah.
Solo hay una religión verdadera—aquella que tiene la creencia correcta en Alah y Sus Mensajeros, adorar a Alah solamente, y amar, respetar, y seguir al profeta de su tiempo y amar y respetar a los otros profetas. Cada profeta y mensajero siguió y llamó a la gente a la misma religión; esta religión se llama ISLAM. Un creyente del Islam es llamado MUSULMAN. El significado de la palabra Islam es “sumisión a Alah “.El significado de la palabra Musulmán es “el que se somete a Alah “.El nombre Alah es el nombre del único Dios. Significa el que es atribuido con el poder para crear las entidades. Aunque los profetas y mensajeros hablaron diferentes lenguajes, todos ellos llamaron a la gente a la misma religión, el Islam. En cualquier lenguaje la persona puede declarar que cree y sigue la religión verdadera—el Islam, Alah sabe de la creencia de la persona sin importar el lenguaje. Aquellos que dicen ser musulmanes, pero niegan la creencia verdadera en sus corazones, con la lengua, o por algunas acciones, con seguridad no son musulmanes. Alah sabe quienes verdaderamente son los que creen en el Islam. Ambos mensajeros, Moisés y Jesús llamaron a su gente a la religión verdadera, el Islam, este hecho esta claramente descrito en el Qur’an, la última y conservada escritura para todos los seres humanos en la tierra.
Jesús, las bendiciones y paz de Alah sean con él, es encarecidamente amado por todos los musulmanes, ya que él es uno de los grandes mensajeros y él es una de las creaciones más amadas por Alah. Jesús no tiene padre; él fue creado dentro de su madre, María, la mujer elegida sobre todas las mujeres.
Por la voluntad de Alah, Jesús hizo muchos milagros y obedeció a Alah en todo. Jesús solo habló la verdad y sus seguidores fueron musulmanes. Jesús nunca dijo que él era Alah, o “El hijo de Alah “, o que sus seguidores tenían que rezarle a él o a alguien mas que a Alah. Jesús es un hombre, pero no tiene padre; Adam fue un hombre pero no tuvo ni padre ni madre. El Qur’an nos dice que los Judíos no crucificaron a Jesús como algunos creen. Él no fué crucificado. Por la voluntad Alah, Jesús fue subido de la tierra. Jesús esta vivo en el segundo cielo. Alah enviará a Jesús de regreso a la tierra antes del día del juicio. Jesús testificará que el Islam es la fe verdadera y que el Profeta Muhammad, salalahu ^alayhi wa salam, es el último mensajero. El seguirá las leyes que Alah le dio a Muhammad, salalahu ^alayhi wa salam, y matará al impostor tuerto.
Cuando la persona va contra las órdenes de Alah (las cuales son transmitidas por Su mensajero), peca. El peor pecado es la blasfemia. Es causada por cualquier creencia, dicho, o acción que contradice el Islam. Cuando la persona se hace musulmán(a) deja toda la blasfemia. Un musulmán tiene que aprender acerca de la blasfemia para que evite cometerla. Si el musulmán comete blasfemia ya no es musulmán (es un apostata) y tiene que hacerse musulmán otra vez. Si el musulmán comete un pecado menor que blasfemia y muere sin arrepentirse de este pecado entonces esto contará en contra de él en el día del juicio, a menos que Alah se lo perdone. Por otra parte, si el musulmán sigue las ordenes de Alah, en obediencia a Él, esto cuenta a su favor. Todo esto Alah lo sabe y nada se escapa de Él.
Cuando el musulmán comete un pecado, tiene que arrepentirse imediatamente. Para arrepentirse de blasfemia, uno tiene que decir las Dos Testificaciones de Fe con la intención de librarse de la blasfemia cometida. Las testificaciones de fe (ċhahadas) pueden decirse de la siguiente manera:
”Yo testifico que solo adoro a mi Creador,
y
yo testifico que Muhammad es el Mensajero de Dios”.
Tambien es acceptado cualquier dicho equivalente a las testificaciones de fe.
Por un pecado menor que blasfemia, uno tiene que dejar de hacerlo, sentir remordimiento de haberlo hecho y tener la intención de no volver a cometer el mismo pecado otra vez. Por ejemplo, si el pecado es haberle robado a una persona, entonces también los artículos robados tienen que ser regresados. Alah siempre es misericordioso con los musulmanes. Por eso, no importa cuantas veces el musulmán peque en su vida, si deja de pecar, siente remordimiento por haberlo hecho, y tiene la intencion de no volver a hacerlo otra vez, él sería perdonado por Alah. Sin embargo para aquellos que no son musulmanes, no importa que buenos actos ellos hagan, no recibirán crédito en la otra vida, primero tienen que hacerse musulmanes.
Unos cuantos ejemplos de blasfemia son: creer que Alah tiene un hijo, adorar un ídolo, y decir que Alah no sabe todo. Algunos ejemplos de pecados menores que blasfemia son: matar a una persona injustamente, cometer adulterio, beber alcohol, y robar. Cuando el musulmán se arrepiente sinceramente, como fue descrito anteriormente, es como si no hubiése cometido el pecado. Él no será castigado por aquello de lo que se arrepintió, porque Alah es misericordioso con los musulmanes y con los que no son musulmanes en esta vida y Él es misericordioso con los musulmanes únicamente en la próxima vida. También cuando la persona se hace musulmana por primera vez, Alah le perdona todos los pecados del pasado.
Por la orden de Alah, el Profeta Muhammad, salalahu ^alayhi wa salam, ordenó a los musulmanes rezar cinco veces al día. Esta orden aplica desde la vida del Profeta Muhammad, salalahu ^alayhi wa salam, hasta el día del juicio. Los rezos tienen un formato específico con el cual uno reza alabando y agradeciendo a Alah, pidiéndole ayuda y guía, y pidiéndole que bendiga a los profetas y a los musulmanes piadosos. El musulmán sabe que en cualquier momento de su vida puede pedirle a Alah ayuda y guía, y se le recomienda que así lo haga. Sin embargo, suplicarle a Alah no reemplaza los cinco rezos ordenados cuales tienen un formato específico que tiene que ser seguido.
La persona se hace musulmán(a) dejándo todo lo que contradice el significado de las siguientes Testificaciones de Fe, creyendo en el corazón, y declarando con la lengua (4):
“Nadie merece ser adorado excepto Dios, el Creador,
y
Muhammad es el Mensajero de Dios”
Creer en todo esto implica que Alah, el Creador, tiene atributos perfectos; solo Alah tiene que ser adorado; el Profeta Muhammad, salalahu ^alayhi wa salam, el último profeta, fue veraz en todo lo que transmitió de lo que le fue revelado por Alah; y todos los profetas, la paz sea con todos ellos, transmitieron el mismo mensaje de creencia a su gente; ellos tienen que ser amados y respetados, pero en ninguna forma los profetas o cualquier creación tienen los atributos de Alah.
La persona puede hacerse musulmán(a), como fue mencionado anteriormente, en la soledad de un bosque o en un lugar donde hay una multitud de gente; no necesita ir a una mezquita o tener musulmanes que atestigüen su declaración. Alah conoce los corazones de Su creación. Sin embargo, cuando la persona se hace musulmán(a), puede declarar su creencia a algunos musulmanes que conozca para que sea conocido como musulmán(a) entre la gente.
No dudes en aceptar el Islam; es el camino al triunfo. Para cualquier persona que se haga musulmán(a) mientras lea este libro le aconsejamos que busque sabiduría para practicar el Islam. La ayuda tiene que ser de un maestro musulmán fidedigno. Así como la gente va al colegio para aprender de aquellos que tienen conocimientos en diferentes temas, uno tiene que ir a un musulmán educado en la religión para aprender más de la práctica del Islam. Para un musulmán dedicado siempre habrá más para aprender y mas formas de mejorar; por eso, la arrogancia no es parte de la vida de un buen musulmán.
Alabado sea Dios,
El Dios de los cielos y la tierra.
Dios sabe mejor.