ESENCIALES DE LA CREENCIA
El Islam es la religión de todos los Profetas de Al·lah, empezando con Adam y terminando con Muhammad, la paz y bendiciones de Al·lah sean con ellos. En árabe Islam significa sumisión. Creer en el corazón y declarar con la lengua: “Nadie es Dios excepto Al·lah y Muhammad es el Mensajero de Al·lah ” es como uno se hace musulmán. Decir las Dos Testificaciones (Ċhahadatan) es requerido de la persona que todavía no es musulmana. Un musulmán es un creedor y seguidor del Islam.
La primera testificación (ċhahadah), es decir, “Nadie es Dios excepto Al·lah ” significa que nada merece ser adorado excepto Al·lah. La segunda testificación, es decir, “Muhammad es el Mensajero de Al·lah ” incluye creer que Muhammad, es el último de los profetas, que fue veraz en todo lo que dijo y transmitió de Al·lah (como lo fueron todos los profetas que vinieron antes que él), y que el Creador nos envió profetas y mensajeros para guiarnos para adorarlo correctamente. El musulmán debe creer en todos los profetas y mensajeros.
Las dos testificaciones son esenciales de la creencia en el Islam; son la fundación de la fe. La analogía de construír un edificio ayuda a explicar la importancia de esta creencia básica. No habría un edificio sin una fundación concreta. Igualmente, no habría beneficio y resultados fructíferos en la próxima vida sin primero tener una creencia correcta.
Esta analogía demuestra la necesidad de empezar desde el principio y construír hacía arriba; antes de que uno pueda permanecer firme en la religión, uno debe tener la creencia correcta. Los musulmanes firmemente creen que solo existe un Creador, Al·lah es Su nombre, y Muhammad ﷺ es Su profeta y mensajero. La sabiduría y la creencia en esto son la fundación de la fe, y todos los musulmanes están unidos por esta creencia básica. El musulmán usa la mente como guía, porque la mente y la fe van de la mano. La sabiduría es esencial, ya que aprender le da a uno fortaleza y propósito.
El intelecto sano y los dichos explícitos revelados al profeta Muhammad, afirman la existencia de Al·lah y Sus otros atributos. Uno tiene que entender que Al·lah no es Sus atributos tampoco algo más que estos. Por ejemplo, uno puede decir: “ Al·lah tiene el atributo de Poder”. Sin embargo, uno no debe decir: “ Al·lah es poder.” Al·lah no tiene debilidades ni faltas. Al·lah es perfecto. Sus atributos son sin defectos y no cambian. Dios no es semejante a nada de Sus creaciones. Si Al·lah fuera semejante a alguna de Sus creaciones, entonces El sería susceptible a las mismas cosas a las que las creaciones son susceptibles. Si Al·lah fuera susceptible al cambio, como las creaciones lo son, entonces Él sería débil y creado—como ellas lo son y esto es imposible. Al·lah es sin figura, sin forma, y sin limitaciones. Al·lah no es semejante a nada de lo que vemos en el universo o a nada que pueda ser imaginado, ya que la imaginación es parte de la creación.
Al·lah existe. Sin comparar a Al·lah con la creación uno puede usar el sentido común para demostrar la existencia del Creador. Cuando uno ve un edificio, uno sabe que hay un constructor; cuando uno ve una pintura, uno sabe que hay un pintor; cuando uno ve la creación uno sabe que hay un Creador. Al·lah es el Creador de todo lo que hay en el universo. Él creó todos los lugares, incluyendo los cielos, la tierra, y lo que hay entre ellos. Al·lah existe sin un lugar. Él existía antes de crear cualquiera de los lugares. Al·lah existió eternamente y los lugares no. Al·lah existe ahora como Él ha sido, es decir, sin residir en un lugar, ya sean los cielos, la tierra, el paraíso, el infierno, o cualquier otro lugar en las seis direcciones4. Al·lah no cambia. El cambio es señal de necesidad y necesidad no es un atributo propio de Dios. Si alguna cosa cambia para mejorar entonces no era perfecta; y si cambia para empeorar entonces ya no es perfecta. Es una verdad que Al·lah es Perfecto. Por lo tanto, Al·lah no cambia. Él no esta en el cielo. Él no esta en las personas, Él no esta en todas partes. Él no ocupa un espacio ahora, Él nunca lo ocupó, y Él nunca lo ocupará. Al·lah existe sin un lugar.
Al·lah es Uno; Él es indivisible, es decir, Él no es un cuerpo. Al·lah no tiene un socio, ni colega, ni esposa, ni descendientes. Esto es entendido por la mente sana, porque si hubiera dos socios y la voluntad de uno de ellos fuese que una cosa sucediera y la voluntad del otro socio fuese que lo contrario sucediera, entonces el que dispuso lo que no ocurrió es débil. Debilidad no es un atributo propio de Dios; por lo tanto, solo un Dios existe. Por la misma razón, el diablo no tiene control sobre Dios, y lo malo ocurre porque es la voluntad de Al·lah que ocurra. Detrás de todo hay sabiduría—aunque uno no tenga conocimiento de esa sabiduría— Al·lah lo sabe todo.
La Existencia de Al·lah no tiene un principio. Todo lo que tiene un principio es una creación. Al·lah creó cada creación, cada movimiento, cada quietud, cada pensamiento, y cada intención. Tener un principio es una señal de necesidad y Al·lah no tiene necesidad. La Existencia de Al·lah no tiene un fin. Tener un fin es debilidad y el Creador no es débil.
Al·lah no necesita a ninguna de Sus creaciones. Necesitar algo significa ser incapaz de desempeñar una funcion sin ese algo, y esto es debilidad. El creador no es débil—es imposible que necesidad esté entre Sus atributos. Al·lah tiene el atributo de Poder con el cual Él afecta las creaciones. Él las hace existir y Él las aniquila.
Al·lah tiene el atributo de Voluntad. Lo que es la Voluntad de Al·lah que sea, será, y lo que no es la Voluntad de Al·lah que sea, no será. Ambos, lo bueno y lo malo ocurren de acuerdo con la Voluntad de Dios.
Al·lah tiene el atributo de Sabiduría. Al·lah sabe todo: lo que ha pasado, lo que esta pasando y lo que va a pasar.
Al·lah oye todas las cosas oíbles y ve todas las cosas visibles sin órganos y sin limitaciones. Para oír, el hombre necesita aire que transfiera el sonido; y necesita luz para ver. Al·lah no necesita nada de la creación. Al·lah , con Su eterno Kalam, cual es sin instrumentos, letras, idiomas, o sonidos ordena las obligaciones, prohibe las prohibiciones, promete la recompensa del paraíso y amenaza con el castigo del fuego del infierno.
Al·lah Al·lah tiene el atributo de Vida porque el que esta muerto no puede ser atribuido con Sabiduría, voluntad, y poder, y consecuentemente, no puede crear. La Vida de Al·lah no es como la nuestra. Nosotros necesitamos, carne, huesos, sangre, y un espiritú. Al·lah creó todo esto; Su Vida no necesita nada de esto.
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5 El sentido común se da cuenta de que cosas contrarias no ocurren al mismo tiempo y en el mismo lugar.
Al·lah creó toda la creación, y esto incluye la religión de Islam, cual es la única religión válida y verdadera. Islam empezó entre los humanos con el primer hombre, Adam, quien tambien fue el primer profeta y mensajero. Islam continuó através de muchos profetas, algunos de los cuales fueron tambien mensajeros. Todos los profetas y mensajeros enseñaron que “Nadie es Dios excepto Al·lah ” además, enseñaron que creyeran y que siguieran al profeta y al mensajero de su tiempo. Todos los profetas enseñaron que solo un Dios existe. También enseñaron los anteriormente mencionados atributos de Al·lah, y los atributos de los profetas. Ellos llamaron la gente al Islam, enseñaron como adorar a Al·lah correctamente, y transmitieron lo que Al·lah ordenó y lo que Al·lah prohibió. Los profetas tuvieron milagros para respaldar su declaración de ser profetas y para comprobarle a la gente que lo que estaban enseñando era la verdad.
Algunas de las reglas cambiaron de un mensajero a otro pero la creencia permaneció la misma. Los mensajeros vinieron con Leyes nuevas. Por ejemplo: en el tiempo de Adam, los musulmanes rezaban una vez al día. Les fué ordenado rezar dos veces al día en el tiempo del Profeta Jesús (^Isa). Ahora, de acuerdo con las leyes del ultimo mensajero el Profeta Muhammad, los musulmanes rezan cinco veces al día. En Leyes anteriores los musulmanes fueron ordenados a rezar en lugares específicos. Ahora, de acuerdo con las reglas reveladas al Profeta Muhammad, no es requerido de los musulmanes rezar en lugares específicos.
Al·lah bendijo a la gente con los profetas y mensajeros para que guiaran a la obediencia y para que advirtieran contra la desobediencia. Los musulmanes tienen que creer en todos los profetas y mensajeros, porque Al·lah los bendijo a todos ellos con la revelación la cual ellos transmitieron a su gente. Sin embargo, ahora los musulmanes tienen que seguir las reglas del último Profeta y Mensajero, el Profeta Muhammad, salalalu ^alayhi wa salam.
Al·lah ordenó a los Mensajeros a transmitir las Leyes, y ellos lo hicieron. Ellos enseñaron con palabras y ejemplos. Consecuentemente, los profetas fueron atribuídos con veracidad, honradez e inteligencia. Por eso, mentir, deshonestidad, vileza, estúpidez, y torpeza fueron imposibles de estar entre sus atributos. También fueron atribuidos con impecabilidad. Ellos nunca cometen blasfemia6, pecados enormes (como beber alcohol y matar injustamente), o pecados abyectos (como robar una uva).
El Profeta Muhammad, enseñó a sus Acompañantes, y aquellos Acompañantes enseñaron a sus seguidores y así suscesivamente hasta que la sabiduría de Islam alcanzó a los musulmanes del presente. Las creencias y enseñanzas fueron pasadas de un musulmán fidedigno7 a otro musulmán fidedigno con una cadena de relatadores fiables hasta regresar al Profeta.
En Islam, es un pecado enorme juzgar sin sabiduría. Si un musulmán no sabe la respuesta a una pregunta islámica, no debe dar su opinión o lo que él piense que podría ser la respuesta. En lugar de esto, él tiene que buscar la respuesta de alguien más sabio en la religión que obtuvo la sabiduría de la manera antes mencionada.
Al·lah creó a Adam, el primer hombre, de la mezcla de tierras de colores y texturas diferentes. Toda la gente desciende de Adam. Esto justifica las varias razas y los varios temperamentos de la gente. Los musulmanes alrededor del mundo de todas edades, razas, colores, nacionalidades, estados sociales, estados económicos, e idiomas estan unidos por la creencia en que solo un Dios existe, Su nombre es Al·lah, y Muhammad es Su último Profeta y Mensajero, y por practicar las mismas reglas de la religión.
El Islam es un sistema de creencia también es una forma de vida. Solo el Creador sabe los límites, las debilidades, y la vulnerabilidad de toda Su creación, y Él les ha dado reglas que son justas. Al·lah sabe lo que es bueno para Su creación y también lo que es dañino; Él sabe lo que es beneficioso y lo que es perjudicial.
Las siguiente cinco cuestiones constituyen la fundación del Islam: (1) declarar y creer que nadie es Dios excepto Al·lah y Muhammad es el Mensajero de Al·lah; (2)El Rezo; (3)La Zakah; (4)El Ayuno; (5)El Peregrinaje. La creencia en la verdad del Islam es la misma a pesar del color de nuestra piel, género, riqueza, familia y amigos.
Rezar cinco veces al día, es requerido de todos los musulmanes responsables8. La Zakah es pagar una porción del dinero9 que uno posee a tipos específicos de gente, con ciertas condiciones. Esto provee para el musulmán pobre y para aquellos en la comunidad musulmana quienes sus necesidades básicas no son satisfechas. El ayuno durante el mes de Ramadan es una obligación de todos los musulmanes que han alcanzado la pubertad y que físicamente tienen la habilidad para ayunar. Esto ayuda al musulmán a sentir lo que el pobre siente, y de esta forma uno se acuerda de preocuparse por aquellos menos afortunados que uno mismo. El ayuno también disciplina a los musulmanes y los une—uniéndolos por una experiencia común y compartida. El Haŷŷ es definido por el Islam, como un viaje al Ka^abah para ejecutar en un período específico del año, ciertas acciones en Makkah y sus proximidades. Es requerido por lo menos una vez en la vida de cada musulmán responsable que pueda. Durante Haŷŷ, los peregrinos dejan sus posesiones mundanas y hacen las mismas obligaciones religiosas en la misma forma que aquellos peregrinos con ellos y aquellos peregrinos que ejecutaron el Haŷŷ antes que ellos.
El Islam también requiere que el musulmán sea humilde y que respete y se preocupe por su hermano(a) musulmán(a). Islámicamente, no es un comportamiento aceptable hablar acerca de otros musulmanes o causar problemas entre ellos.
Aprender la sabiduría obligatoria de la religión pone al musulmán en el camino del mejoramiento propio y excelencia. Con sabiduría el musulmán puede diferenciar entre lo que es permitido y lo que no lo es, y la que es una adoración válida y aceptable y la que no lo es. Lo que diferencía a un musulmán de otro es la cantidad de sabiduría Islámica que uno obtiene y aplica en su propia vida. “Esenciales de la Creencia” da una idea general de la religión Islámica. Creer y decir “Nadie es Dios excepto Al·lah y Muhammad es el Mensajero de Al·lah ” es la cosa más importante que alguien puede hacer, y es la condición para la acceptación de los buenos hechos. El que se hace musulmán y permanece musulmán tendrá el gozo en la próxima vida y el que rechaza el Islam sufrirá la tortura del fuego del infierno sin cesar en la próxima vida. Es seguro que la muerte nos llegará a todos. El que esta preparado para el día del juicio es el que sabe, accepta, y aplica los esenciales de la creencia, e implementa las enseñanzas del Profeta Muhammad, todo en sinceridad a Al·lah, el Sublime.
La verdad del Islam tiene que ser aceptada y la sabiduría obligatoria del Islam tiene que ser adquirida y tomada de una fuente Islámica de confianza—sin importar si el maestro es joven, anciano, hombre, mujer, rico, pobre, negro o blanco, árabe, americano, africano, indio, chino, hispano, o de cualquier otro orígen.
Alabado sea Al·lah
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